A la vuelta de la esquina

Así,
como un árbol
muere alcanzado por un rayo,
así,
murió ayer uno en mi pueblo atropellado por un Golf.


Y no llamas

El día que te conocí
terminé bastante mal.
Más me hubiera valido
haberme dado por vencido
y seguir por siempre perdido
en mi desdicha habitual.

Y ahora qué,
tú no me llamas
y yo salgo a la calle a maullar.
No puede ser
que por las ramas
nos andemos tu y yo
habiendo camas
y miles de besos por besar.


Amor y odio

La vida
es un perro de mentira
que te muerde si te cansas de correr.
La acabas odiando
si sigues corriendo,
y amarla es dejarse morder.